Bernd Schuster

Entrevistas

CUANDO LO QUE IMPORTA ES PARTICIPAR

UN BUGGI, PALOS DE GOLF Y UNA SONRISA.

Así nos espera Bernd Schuster en un campo de golf del norte de Madrid. Ejerce de anfitrión y nos ayuda a buscar la mejor localización –“vamos en silencio para no molestar a los jugadores de golf ”, dice– y no puede reprimir las ganas de hablar de fútbol. La Champions siempre es tema de conversación, pero para alguien que jugó en el FC Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid, además de entrenar a una decena de equipos en varios países, es casi una obligación. “El Real Madrid siempre sabe superar los momentos difíciles”, sentencia. Schuster reconoce que le gustaría volver a entrenar y que el torneo benéfico de golf que lleva su nombre, Schuster and Friends, es la mejor manera que ha encontrado para aunar sus pasiones entre este deporte y sus amigos con el firme objetivo de ayudar a la gente que lo necesita. Junto con su mujer, Elena, han creado un torneo de golf en el que exjugadores y distintas personalidades del mundo del espectáculo, la sociedad o la política apoyan la causa mientras, por qué no, se divierten.

—¿De dónde te viene la afición por el golf?

De cuando estuve jugando en el Real Madrid. Un amigo me dijo “vente a jugar conmigo al golf ”. Nunca había jugado, pero le acompañé y fue una experiencia muy buena. Recuerdo que cuando tiré por primera vez no le di a la bola; a la segunda ya empecé a mover la bola y noté que me gustaba, y a partir de ahí me pareció un deporte interesante. Y ahí es cuando empiezo. Mereció la pena.

Siempre se ha asociado fútbol y golf. ¿Qué tiene el golf que engancha a tantos futbolistas y exfutbolistas?

Porque es todo es lo contrario. El fútbol es muy ruidoso, es un deporte de equipo, muy físico, y el golf… Vas a un campo de golf y aquí no grita nadie, vas con tus amigos, físicamente no hace daño, es un deporte muy mental. Y a mí, la combinación con el fútbol… Cuando te quieres relajar y hacer otra cosa, manteniendo un entrenamiento mental y jugando contra ti mismo… Yo le digo a los jugadores que, si quieren relajarse, el golf es muy bueno.

El primer deporte en el que Schuster destacó fue el hockey, luego el fútbol… ¿Si hubieses empezado antes en el golf, crees que podrías haber disputado un Master de Augusta?

Master de Augusta no creo, pero sí que podría haber sido profesional. Porque aparte del talento que tienes que tener, está la ambición. Quiero hacerlo. Yo de joven quería hacer fútbol y jugaba todos los días, me cabreaba cuando se suspendían partidos por la lluvia. Es un tema interior y creo que si hubiera dedicado a otro deporte las mismas ganas y el mismo trabajo que al fútbol, seguramente hubiera llegado también a ser profesional.

—¿Qué es Schuster and Friends?

Es un torneo donde juntamos a un grupo de amigos y pasamos un fin de semana jugando al golf en un sitio muy bonito. Además, vamos a ayudar a gente que lo necesita, vamos a donar dinero con todos los sponsors que podamos conseguir.

La idea es hacer algo agradable con mucha gente conocida y muchos amigos. Se va a disputar en Salamanca, que es una ciudad ideal. Es nuestra segunda edición y esperamos que podamos seguir muchos años más.

—¿De dónde sale la idea?

Hace dos años lo hablé con mi mujer. Antes de la pandemia jugábamos este tipo de torneos y ya no se hacían, así que la idea era recuperarlo y seguir pasando buenos momentos. Lo hablamos con los amigos y todos estaban encantados. Así que pensamos en organizarlo de nuevo y de ahí lo de Schuster and Friends. Volver a reunir gente y hacer cosas buenas como donar dinero a tanta gente que le hace falta.

—¿Veremos al Schuster más competitivo o al ser anfitrión no tendrá ese afán de ganar de sus años de jugador?

Resulta que en el golf no suelo ser tan competitivo, no quería entrar en esa línea de competir otra vez. Hombre, no me gusta perder, es algo que tenemos en la sangre, me cuesta perder, pero prefiero pasar un buen rato con los amigos y, si hay un día que no juego bien, pues oye no estoy feliz. Pero ganar por ganar, como en el fútbol, hasta ahí no he llegado.

—El campo de Golf de La Valmuza lo diseñó el propio Seve Ballesteros. ¿Lo hace más especial?

El campo es La Valmuza Golf, en Salamanca. Efectivamente, lo creó Severiano Ballesteros hace muchos años y, por otro lado, la idea también era revitalizar este campo, que estuvo siete años cerrado. El dueño anterior lo cerró y yo tengo una casa al lado y lo veía morir y nos daba mucha pena. Y justo hace dos años un empresario de Salamanca lo recuperó y lo volvió a abrir, y en parte es una manera de darle las gracias.

No solo habrá un torneo de golf, también habrá una cena solidaria en el Palacio de Figueroa.

Durante el día vamos a jugar, y mi mujer se va a preocupar de que los acompañantes lo pasen muy bien por Salamanca. Luego, por la noche tenemos la gran gala con una cena muy importante y algunas actuaciones, entrega de premios, en un sitio muy bonito. Estoy seguro de que va a ser impresionante.

Recientemente vimos un programa Informe Plus+ sobre tu vida, se llama De hielo y fuego. Pudimos ver las dos caras de Schuster. ¿Con cuál te quedas?

Es algo normal. Era otra época. Hoy el aficionado se entera de todo sobre el jugador gracias a Instagram, a internet. En nuestra época no existía esto, había muy poco contacto, alguna entrevista cada temporada, pero eran pocas cosas. El aficionado realmente no se enteraba de muchas cosas y claro, revisarlo después de tantos años por mi parte, cómo yo lo he vivido, pues también da otro aire a las cosas y a los problemas que aparecieron en esta época. A mí me gustó, viéndolo y escuchándolo hay mucha gente que también me dijo que le gustó, sobre todo esta gente que lo vivió en su momento.

—¿Volveremos a ver a Schuster dirigir en un banquillo?

No lo sé. La verdad es que me gustaría porque me encuentro muy bien y con mucha ilusión de entrenar, porque me ha gustado siempre el fútbol. Es verdad que lo mejor es ser jugador, sin ninguna duda, es lo más bonito. Lo de entrenador es más complicado. Tienes más responsabilidad, depende mucho de ti, pero me ha gustado siempre. Estar en un equipo, estar ahí abajo en el estadio en los campos. Espero que haya otra posibilidad. Me gustaría terminar mi carrera en activo, sobre todo porque me encuentro muy bien.

—¿Qué es lo que más te ha llamando la atención de esta liga? ¿El Girona, la irrupción de Bellingham, los niños del FC Barcelona?

Sin duda, la gran sorpresa fue el Girona, hasta el final ha estado ahí. Me alegro muchísimo de que un equipo así demuestre que es posible pelear con los grandes por una liga. Para ellos es un éxito enorme. Para mí, como equipo, fue la gran sorpresa. La verdad es que la incorporación de Bellingham ha sido impresionante desde el primer día. A veces es muy difícil, sobre todo en el Real Madrid, encajar, llegar y triunfar. Muchas veces cuesta mucho. Es un chico que ya lo había visto en Alemania, en el Dortmund, que tenía madera para esto. Pero tan rápido… es muy difícil.

Tras la eliminatoria entre el Real Madrid y el City de cuartos de final, Ancelotti dijo que la única manera en que podía jugar el Real Madrid era defendiéndose. ¿Estás de acuerdo?

Estoy de acuerdo, porque yo creo que el Manchester ahora mismo, con el fútbol que propone Pep Guardiola, tanto en el Bayern como en el FC Barcelona en su momento, es muy atractivo, muy vistoso, un fútbol de mucha posesión. Entonces, jugarle de tú a tú como han buscado equipos es muy difícil. Creo que con la experiencia que tiene Carlo Ancelotti, con tantos equipos y tantos partidos a sus espaldas, vio claramente de qué forma tenía que jugar: quizás más defensivo, no tener tanto balón como a ti te gusta, pero hay que sufrir y pasarlo y esta vez lo lograron.

—¿Qué jugador ves ahora mismo y te recuerda a Bernd Schuster?

Hoy, pensándolo un poco, es muy difícil porque el fútbol ha cambiado muchísimo: los equipos, los funcionamientos de cada jugador…Yo tenía un recorrido muy largo durante todo el partido. Empezaba con la salida de balón y llegaba a la finalización. Hoy, el fútbol ha cambiado y se ha posicionado en el campo. Hay más posiciones de las que casi no se sale, lo que reduce mucho más al jugador. Por eso, no vemos a ese tipo de jugadores. Quizás, De Bruyne es un tipo parecido a nosotros en esa época que, sobre todo, en tres cuartos de campo, tiene mucha sorpresa y es un talento nato. Cada vez hay menos futbolistas de este tipo porque ha cambiado el fútbol.


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