Noelia López

Entrevistas

Con paso firme

Dos programas de televisión le sirvieron para demostrar, a ella misma y al mundo, que podía ser modelo y que su capacidad de superación no tiene límites. También que, delante de la cámara, se desenvuelve a la perfección. Ahora, con una reconocida carrera internacional y muchos frentes abiertos, valora su siguiente paso.

CAMINA NOELIA LÓPEZ CON PASO DECIDIDO EN SU CARRERA. Sabe lo que quiere y, a la vista está, también cómo lograr- lo. Modelo de amplia trayectoria, influencer, copropietaria de un restaurante, ya ha debuta- do como presentadora en televisión y es ahí, delante de las cámaras, donde quiere estar. Pero sin prisas, aunque ello implique rechazar proyectos que no encajan con sus aspiraciones. Diplomada en Magisterio por vocación, su vida cambió radicalmente cuando decidió probar suerte en la edición de 2007 del programa de televisión Supermodelo. Ganó y desde entonces no ha parado: ha vivido en Francia, Alemania e Italia y ha hecho pasarelas, publicidad, editoriales de moda y hasta vídeos musicales. Desde hace casi dos años, es pareja del exfutbolista Roberto Jiménez.

—¿Cuánto trabajo hay detrás hasta que una modelo llega a hacerse un nombre?
Uf, muchísimo trabajo, muchísimos madrugones… Pero tiene que haber, sobre todo, mucha ilusión y muchas ganas, porque es bastante complicado en los inicios y luego mantenerte: el viajar, el estar lejos de casa, rodearte de gente desconocida constantemente… Hay mucha inestabilidad en todo el proceso, pero también es enriquecedor. Pero en los inicios de una modelo, madrugones, viajes, nuevas experiencias, y lo que tiene que haber es muchas ganas y mucha ilusión.

—¿Si el programa Supermodelo no se hubiera cruzado en tu camino, crees que estarías donde estás? Hay tantos ‘y si’ en la vida… Las circunstancias en cualquier caso no serían las mismas, ni mucho menos, todo habría sido muy diferente. Por las circunstancias de las que yo vengo, de las que estoy muy orgullosa, de ser de un pueblo, de haber tenido una educación bastante tradicional, hasta que entré en Supermodelo prácticamente no había viajado, no había salido de Andalucía. Así que el concurso lo que me hizo fue abrir la mente, ver que podía salir fuera de mi zona de confort y de lo que hasta entonces conocía. Y salí del concurso diciendo ‘yo puedo ser modelo, claro que puedo, me puedo ir a otros países, relacionarme con gente que hable otros idiomas, puedo aprender’, y eso es lo que hice. Así que no sé si estaría donde estoy sin el concurso, pero las circunstancias y mi vida habrían sido totalmente diferentes.

—Alguna vez lo has comentado: Supermodelo era, al fin y al cabo, televisión, con las connotaciones que ello conlleva. ¿Te tocó demostrar que, además de la ganadora de un concurso, eras un auténtica modelo? Cuando sales de un programa de televisión o de un concurso, te toca demostrarlo posteriormente. Pero yo iba a por todas, y quería demostrarme a mí misma y al mundo que podía. Tuve oportunidades fuera de España, y estuve viviendo en Milán, en París, en Alemania… No sé si erróneamente o acertadamente se nos valora mucho más en nuestro país cuando has trabajado fuera. Y fue lo que hice; enriquecedor personal y profesionalmente.

—Has hecho muchas campañas para marcas de todo tipo. Dinos alguna que recuerdes con especial cariño. He trabajado en moda y publicidad, al principio he hecho mucha pasarela también, mucha editorial de moda… Pero lo que he disfrutado siempre es la publicidad, ponerte delante de la cámara, actuar, meterme en la piel de personajes… El trabajo con el que me quedo, que me encantó, lo disfruté muchísimo, y por el resultado fue el anuncio del Chispazo, de Coca-Cola & Martini. Fue increíble. Todavía lo veo y me encanta verlo.

—¿Y la participación, con victoria, en otro programa de televisión, Expedición Imposible (2013), qué era para ti: afición a la televisión, ganas de superación? Sin duda, superación. Esa fue la experiencia personal de mi vida. Entré porque, desde el punto de vista de la televisión, era un programa muy blanquito, muy centrado en la experiencia física, en la superación personal. Siempre he tenido claro por dónde quería ir en televisión. Entré pensando que iba a estar dos o tres etapas, en vivir la experiencia a ver hasta dónde era capaz, y al final gané. Cuando te ves al límite es cuando te conoces, si tiras la toalla o sigues luchando. Fue muy duro físicamente y mentalmente. Para mí, fue increíble.

—Hablando de televisión, ya has hecho colaboraciones en programas como La tapa es nuestra y, el verano pasado, A toda costa en Canal Sur. ¿Hay nuevos proyectos en el horizonte? A ver qué viene. Tengo muchas ganas de televisión, pero tengo muy claro la línea que quiero seguir. Eso ha hecho que estos años atrás haya dicho que no, por querer enfocarme en esa línea, aunque resulte más complicado. Ahí voy a seguir y lo que salga que entre dentro de esa línea, que me apetezca hacer y que lo disfrute, por supuesto ahí iré.

—¿Es por donde quieres que vaya tu futuro, por la televisión?
Me encantaría presentar un programa de entretenimiento. Es lo que me gusta, me siento muy bien delante de la cámara.

—¿Qué tal tu experiencia en el mundo de la restauración con Margarito Bar, en Madrid? Muy bien; otra experiencia, lanzarme al mundo empresarial por primera vez. La verdad es que yo creo que ha sido un acierto, con amigos, con gente de confianza, con una idea que me gustaba bastante… Y ahí seguimos.

—Y otra faceta más, la de influencer. ¿Qué papel juega en tu vida: es un complemento a todo lo que haces, una actividad más?  Sin duda, para mí es un complemento. Res- peto mucho el mundo de las influencers, las chicas que se dedican a ello al 100%, porque hay mucha dedicación detrás, muchas horas. Pero para mí es un complemento a mi profesión. Igual que estos años atrás he hecho mucha publicidad en televisión o para revistas, actualmente la publi se lleva mucho en redes sociales y así me lo tomo. Si se ve mi Instagram y demás, al final lo utilizo un poco también a nivel personal, comparto momentos de mi día a día, no solo trabajo, para estar cerca de la gente que siempre me ha seguido.

—¿A cuántos prejuicios se tiene que enfrentar una modelo joven al poner en marcha sus proyectos profesionales? Como cualquier mujer joven, todavía nos queda bastante lucha y siempre tenemos que demostrar todo, constantemente, ya sea en el mundo de la moda o cualquier otra profesión. Tenemos que demostrar con el trabajo, con el tiempo, con el esfuerzo, que valemos para ello y que nos podemos comer el mundo.

—Con tanta y tan variada experiencia profesional, ¿ese título de Magisterio ha quedado definitivamente atrás? El tema del Magisterio y los niños es algo que va conmigo, lo tengo dentro de mí. Hice Magisterio especializado en audición y lenguaje porque era mi verdadera vocación. Seguro que, si la moda no se hubiera cruzado en mi camino, probablemente me dedicaría a ello. Había acabado la carrera, quería especializarme en lengua de signos para trabajar con niños sordos, pero al final le di la oportunidad a la moda. Y bueno, se me quedó ahí, pero es cierto que siempre tengo la espinita. En algún momento de mi vida me gustaría retomarlo y acabar eso que dejé ahí a medias. Creo que encontraré ese momento.


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