Andrea Martínez

Entrevistas

A por todas

MODELO, GANADORA DEL CERTAMEN MISS UNIVERSO ESPAÑA Y CON ESTUDIOS EN ADMINISTRACIÓN DE EMPRESA, LA JOVEN LEONESA HA APROVECHADO LA VUELTA A ESPAÑA DE SU MARIDO, KEPA ARRIZABALAGA, PARA RETOMAR SUS PROYECTOS PROFESIONALES. CON UNA DETERMINACIÓN: ESTÉ DONDE ESTÉ MAÑANA, SU CARRERA SEGUIRÁ ADELANTE.

LOS PROYECTOS SE ACUMULAN EN LA CABEZA DE ANDREA MARTÍNEZ.

Tras ganar en 2020 el certamen de Miss Universo España, la vida en el Reino Unido en pleno periodo brexit junto a su pareja, el portero del Chelsea Kepa Arrizabalaga, la mantuvo expectante hasta que, de nuevo en España, va a por todas. La leonesa sigue ejerciendo de modelo mientras planea la creación de dos empresas –una marca de ropa entre ellas- y cultiva sus redes sociales. Y, a tenor de lo que nos cuenta en esta entrevista, la lleve a donde la lleve el mundo del fútbol, su desarrollo profesional no parará. Todo lo contrario.

—A los 30 años, en tu currículum figuran desde estudios de Administración y Dirección de Empresas hasta jugadora de baloncesto y, sobre todo, modelo. ¿En qué situación te encuentras ahora profesionalmente? Me encuentro en un popurrí de todo. Los dos pasados años en Londres, con el Brexit, he estado bastante frenada. Pero ahora, al volver a España, me encuentro en un momento de auge, de querer sacar todo lo que tenía en mente y de poder hacerlo: estoy volviendo a la moda, estoy sacando dos pequeñas empresas, voy a empezar a trabajar también con Instagram…, y bueno, todo lo que salga.

—Háblanos de esa marca de ropa en cuyo lanzamiento estás inmersa.

Vivo enamorada de la moda desde que tengo 17 años, que fue cuando empecé a ser modelo, y siempre me llamó mucho la atención también desde el punto de vista de los negocios. He visto que hay un gap en el mercado, veo que todos los trajes de mujer son más o menos iguales, y a mí me gusta que sean un poquitín más cañeros, más diferenciales.

Cuando buscas un traje de ese tipo tienes que irte a las marcas de alta costura, pero la gente de a pie no se lo puede permitir. Es ahí donde quiero meter cabeza y con unos vestidos de invitada bastante diferentes también.

—A primera vista, este proyecto parece la perfecta combinación de tu faceta de modelo con tus estudios.

Sí, justo, precisamente. Cuando yo iba a los shootings o a las pasarelas, no simplemente iba, me maquillaban, desfilaba y trabajaba y ya está. Me fijaba en la organización que tenían detrás, en todos los procesos que tiene una marca para llegar allí y hacer un desfile. Y era algo que me interesaba muchísimo. Por eso también estuve trabajando en Milán, en las oficinas de Armani, porque me interesa muchísimo el mundo de la moda desde dentro. Así que, sin duda, mis conocimientos en administración y dirección de empresas me están ayudando mucho.

—Los concursos de belleza tienen también detractores. ¿Cuál es tu opinión y qué supuso para ti ganar Miss Universo España?

Lo de los detractores creo que va un poco en función de los años pasados, donde se hicieron cosas de manera incorrecta. A día de hoy, Miss Universo lo que hace es potenciar el valor de la mujer, una mujer empoderada, independiente, fuerte, inteligente, con muchísima ambición, con proyectos. A esas personas que no están tan a favor de este certamen les diría que se sentaran un segundín simplemente a escuchar las voces de las mujeres, porque además cada candidata de cada país lleva un proyecto social muy potente detrás, así que son muchísimos proyectos que se están haciendo gracias a estos certámenes.

Es algo muy potente que favorece a la mujer completamente. A mí me supuso un renacer, porque veníamos de la etapa de la pandemia. De repente volver a rescatar quién es Andrea, qué quiere hacer, me dio vida, me dio luz.

—Tu carrera de modelo te ha llevado por lugares como Dubái, París o Milán. Desde fuera, todo parece glamur. ¿Cuánto trabajo hay detrás?

Hay mucho trabajo, sobre todo mental.

El saber aceptar un ‘no’ tras otro…, es más fácil obtener el ‘no’ que el ‘sí’. Y también, sobre todo cuando era más joven, el tema de las dietas, estar en medidas… tienes que tener mucha fortaleza mental. Antes no se tenía tanto tacto, y te pueden llamar gorda, vaca y quedarse tan anchos. Siendo una niña de 19 años tienes que saber lidiar con eso y que no te perjudique a tu propia personalidad.

“Con el fútbol no sabes lo que te puede pasar mañana, así que tenemos las opciones abiertas. Todo lo que venga, bueno será”

—Volviendo a tus múltiples facetas. Te llegaste a presentar a unas oposiciones…

Siempre fui una niña muy inquieta. Nunca he tenido una vocación especial, sino que me ha gustado tocar todos los sectores. A día de hoy sigo en eso, por eso cada proyecto nuevo que me parezca un poco interesante lo agarro con todas mis fuerzas y pongo toda mi alma en ello. Creo que disfruto más en el proceso de poder conseguir algo que una vez conseguido. Mi familia es opositora y me dio por meterme en las oposiciones de técnico de Hacienda, para después ascender a inspectora. Me fue bien el estudio, el primer examen, pero en ese proceso entendí que yo no sería capaz de estar ocho horas en una oficina durante el resto de mi vida haciendo exactamente lo mismo. Así que decidí optar por otras opciones.

—Y luego está la faceta de baloncestista. ¿Hasta dónde llegaste en este deporte?

Estuve jugando desde los cinco hasta los 18 años. Jugué dos campeonatos de España con la selección de Castilla y León y fui convocada con la preselección española. Era mi pasión, me dios unos valores, un trabajo en equipo que a día de hoy me son muy útiles. Lo dejé cuando tuve que poner en la balanza mis estudios o el deporte.

—Un vistazo a Instagram demuestra que el deporte está muy presente en tu vida.

Me encanta hacer actividades que estén relacionadas con la naturaleza: equitación; ahora yoga, para poder conocerme un poco más y calmar el ritmo de mis pensamientos; la bicicleta me encanta, cada vez que voy a León salgo en bicicleta, obviamente me ayuda también a estar en forma… Y con el buceo empecé a estar en contacto hace un par de años y es un mundo que me está fascinando.

—También en Instagram hemos visto cómo te despedías de Londres y agradecías los años allí. ¿Te ves dentro de unos meses diciendo “hola, aquí estamos de nuevo”?

Con el fútbol no sabes lo que te puede pasar mañana, así que tenemos las opciones siempre abiertas. Todo lo que venga bueno será y yo estaré feliz, será un nuevo estímulo, y yo estaré feliz de tener un nuevo reto.

—Como mujer de futbolista, no es fácil compatibilizar carreras. ¿Cuál es tu sensación: que acompañas a Kepa en su vida deportiva, que te toca hacer un paréntesis hasta un mejor momento o sois capaces de desarrollaros los dos profesionalmente?

Creo que no hay mejor momento que hoy.

Y con el fútbol como digo, nunca sabemos dónde vamos a estar. Estoy muy orgullosa de la carrera que tiene mi marido y ojalá pudiera acompañarle durante toda su etapa. Los negocios que más me están llamando a mí la atención son los digitales. Yo no voy a sacrificar la vida familiar ni la vida con mi marido, porque soy perfectamente capaz de hacerlo en la distancia; la tecnología hace el mundo más pequeño. Por la personalidad tan inquieta que tengo, o tan ambiciosa, quizás no podría simplemente acompañarle dejando de lado todo lo que tenga que ver conmigo, porque sería perder mi vida o verla pasar. Así que siempre que yo pueda voy a desarrollar mis proyectos.

—Sigues vinculada a León no solo sentimentalmente; también vas de vez en cuando y participas de su vida pública.

León es mi ciudad, nací y crecí allí, le tengo muchísimo cariño, mi familia está allí. Y me encanta participar en la Semana Santa sobre todo, que es de interés turístico internacional, y potenciar siempre lo que se pueda de mi ciudad, echar un cable, hacer que se vea, las carreras de la mujer, de apoyo a la lucha contra el cáncer… Es mi casa, es mi hogar, es mi familia y todo lo que yo pueda aportar, feliz, y además es que me encanta disfrutar de mi ciudad.


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